martes, 22 de marzo de 2011

ECM, experiencia cercana a la muerte

Un fenómeno recurrente entre los que sobreviven a su deceso

La visión del tunel y la luz se repite en las ECM.

Créditos / Autoría: Jesse Krauß


Muchos de los pacientes que tras sufrir "muerte clínica" y ser declarados fallecidos regresan a la vida coinciden en sus relatos sobre las sensaciones que experimentan.

Se denomina experiencia cercana a la muerte o ECM (del inglés, near-death experience, NDE) a la extraordinaria situación que experimentan muchas de las personas que han estado a punto de fallecer o que han pasado por una muerte clínica y han conseguido superarla.

El interés público y científico por este fenómeno comenzó tras la publicación en 1975 del libro “Life after Life” (Vida después de la Vida) de Raymond Moody, un psiquiatra norteamericano que, tras conocer la vivencia del Dr. George Ritchie durante la guerra, se decidió a estudiar este tipo de experiencias.

“Vida después de la Vida” se convirtió en un bestseller y dio pie a que otros médicos y científicos comenzaran su propia investigación. Es el caso del Dr. Kenneth Ring, de la Universidad de Connecticut, quien tras reunir gran número de informes sobre esta experiencias decidió fundar la IANSDS (International Association for Near Death Studies) en 1977.

Un patrón que se repite

La extraordinaria coincidencia entre las sensaciones que constatan los que han sufrido una ECM convierte a este fenómeno en un suceso insólito. En líneas generales, las fases que suelen reiterarse son las siguientes:

    * El paciente siente que flota sobre su cuerpo, y observa el dormitorio, el quirófano o el lugar en el que se encontraba (out-of body experiences, OBEs, experiencia extracorpórea), llegando a escuchar a los que se encuentran alrededor.
    * Posteriormente asciende por un oscuro túnel con una relativa rapidez, al final hay luz.
    * En el extremo del túnel vislumbra una figura que suele describirse como muy bella, blanca o transparente; a veces ve paisajes y escucha voces o música.
    * El paciente asegura no sentir ningún tipo de dolor, sólo una gran paz interior. Otras personas, por el contrario, hablan de experiencias terroríficas en el más allá.
    * Los familiares o amigos difuntos van a su encuentro.
    * Se suceden rápidamente los hechos vividos por el paciente, como si se tratase de una película.
    * El sujeto llega hasta un obstáculo, una puerta o un muro, y es entonces cuando toma conciencia de que aún no ha muerto. A pesar de la paz y tranquilidad que le envuelven siente que debe volver.

Explicaciones posibles

Hasta ahora, todos los estudios realizados sobre las experiencias cercanas a la muerte tienen características similares, independientemente de la formación social, cultural, intelectual o económica de los pacientes, y son también ajenos a su edad.

Muchas y diversas son las explicaciones que se aducen a tal fenómeno. Entre las más recientes se halla la teoría del ruido neuronal de la doctora inglesa Susan Blackmore, licenciada en psicología y filosofía de la parapsicología. La simulación que realizó en 1991 por ordenador del incremento del ruido neuronal en el córtex visual inducido por drogas o una enfermedad reveló una mancha de luz blanca que incrementaba su tamaño, lo cual, cuando se mostró en una pantalla, dio a las espectadores la sensación de moverse a lo largo de un túnel hacia una luz. Esta teoría no trata algunos hechos básicos, como el consumo de oxígeno relativo de la retina y el cerebro, así como el hecho de que la gente puede “ver la luz” a la vez que ve cosas alrededor de ellos.

Por su parte, el psicoanalista Carl Jung adoptó la idea de un sueño que surge de la conciencia colectiva. Pero la invocación de estos aspectos del inconsciente individual para explicar estas experiencias es tan indemostrable como cualquier explicación espiritual o inmaterial.

Algunos científicos y médicos achacan este fenómeno a los efectos de las drogas o medicinas que se recetan al paciente, pero existen testimonios de individuos que no fueron sujetos a medicación alguna.

Existe la teoría de la inundación de endorfinas (sustancias similares a la morfina en el cerebro), que son liberadas por el cerebro moribundo. Aunque esta explicación puede parecer plausible, resulta muy difícil de demostrar.

La hipótesis de la anoxia o falta de oxígeno, la secreción de serotonina o el trastorno disociativo producido por la ketamina son algunas de las posibilidades barajadas por los investigadores, pero de todas estas explicaciones proporcionadas sobre una base fisiológica ninguna cubre todos los sucesos que ocurren en una ECM.

Finalmente, hay que contar con las explicaciones espirituales. Algunas religiones interpretan este fenómeno como una prueba de que la mente o el alma, como entidad inmaterial, se separa de nuestro cuerpo físico en el momento de la muerte, dirigiéndonos hacia una nueva vida en el más allá. Sólo son demostrables mediante la fe.

Para más información sobre las experiencias cercanas a la muerte resultan recomendables los libros “Vida después de la vida”, de Raymond Moody; “Experiencias cercanas a la muerte”, de Giuseppe Amara o “Hacia la luz”, de Care Santos. También la película “Línea Mortal” de 1990, dirigida por Joel Schumacher y protagonizada por Julia Roberts y Kiefer Sutherland, gira en torno a esta interesante temática.

La edición original de este artículo mío se halla en Suite101.net: http://www.suite101.net/content/ecm-experiencia-cercana-a-la-muerte-a12978